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domingo, 23 de febrero de 2014

La Cartografía y la Orientación

La cartografía proviene de las palabras griegas “carto” (χάρτις, chartis) que significa mapa, y “grafía” (γραφειν, graphein) que significa escrito. Se deduce, pues, cartografía es la ciencia que se encarga del estudio y elaboración de los mapas. Aunque la definición más correcta está dada por la ICA (Asociación Internacional de Cartografía) que dice que “la Cartografía es el arte, la ciencia y la técnica de hacer mapas y su estudio tanto como documentos científicos como obras de arte, pero no incluye relevamientos requeridos para la elaboración del mapa base”.

Un mapa es la representación gráfica del terreno, sobre un plano. Actualmente los mapas representan una realidad geográfica muy exacta, pero siempre resultará imposible representar la realidad tridimensional sobre un plano bidimensional, sin sufrir deformaciones, pues si intentamos envolver una pelota de futbol con papel de regalo, resultará imposible no formar pliegos ni dobleces. La cosa se complica más al tratarse de un elipsoide de revolución en vez de una esfera. Para representar la realidad geográfico en un plano se usan diferentes proyecciones dependiendo de la zona a representar o el organismo que realiza la cartografía. Existen “tres tipos” de proyecciones, y cada una de ellas conserva una magnitud:
1.      Proyección equidistante (conserva las distancias)
2.      Proyección conforme (conserva los ángulos y las formas)
3.      Proyección equivalente (conserva las áreas)
No obstante, las proyecciones conformes son las más utilizadas profesionalmente, pues interesa conservar las formas. Cabe destacar la proyección conforme de Lambert.
Podemos dividir las proyecciones, también, dependiendo de las técnicas de proyección utilizadas, sea se:
1.      Proyección cilíndrica
2.      Proyección cónica
3.      Proyección azimutal, cenital o polar (tangentes en un punto)

A su vez, científicos han desarrollado diversas proyecciones dependiendo de diferentes funciones directas (funciones que relacionan el elipsoide de revolución con el plano de proyección). Las más conocidas son la proyección Mercator, de Peters, conforme de Lambert, cónica simple, cónica múltiple, ortográfica, estereográfica, gnomónica y azimutal de Lambert.

La cartografía se ha usado y se ha desarrollado a lo largo de los siglos. El primer “mapa” data del VII milenio antes de Cristo, aunque es difícil definirlo como tal. Los mapas se han ido desarrollando a lo largo de la historia con técnicas que ahora nos resultarían imposibles. Han sido herramientas importantísimas que se han utilizado en el ámbito político, económico, administrativo, geográfico, etc. Pero sin lugar a dudas, la cartografía se ha desarrollado a grandes pasos durante las guerras, incluyendo sus técnicas de elaboración, como la fotogrametría.



Existen muchos tipos de mapas. En España el IGN (Instituto Geográfico Nacional) se encarga de la elaboración de toda la cartografía oficial del territorio español. También es oficial la cartografía que elabora el CGET (Centro Geográfico del Ejército de Tierra), aunque esta no está tan dedicada a la población civil como la del IGN. Ambas son accesibles para cualquier persona. Este tipo de cartografía se denominan como mapas topográficos, y la oficial suele estar con escalas de 1:50.000 o 1:25.000. No obstante se pueden encontrar a otras escalas.




Los mapas excursionistas son muy útiles para zonas específicas y abundan con rutas señaladas de diferentes formas por su dificultad u otras características y vienen con una leyenda diferente.

Los mapas de carreteras son grandes herramientas para viajar, aunque actualmente están quedándose atrás debido a la tecnología GNSS (GPS, Glonass). Personalmente, da más juego un buen mapa de carreteras actualizado.

La cartografía en relieve es útil para una apreciación inmediata del terreno, pero no son muy útiles en el ámbito profesional. Suelen ser bonitos detalles para regalar o de exposición.

Los mapas centrados en una ciudad o núcleo de población se denominan planos o callejeros y son realmente útiles para encontrar una calle y para el turista.

Existen infinidad de mapas, además de los vistos, como los temáticos, planos de red de metro, de vías de comunicación o de transporte público, de estaciones de esquí, catastrales, de movimientos de placas tectónicas, etc.

No solo encontramos cartografía referida a nuestro planeta, actualmente, Google cuenta con herramientas que nos permiten visualizar otros cuerpos celestes, como La Luna y Marte. Los planisferios celestes son una buena herramienta cartográfica que nos permiten localizar estrellas y conocer su posición a todas horas los 365 días del año.


¿Cómo interpretar un mapa?
Los mapas oficiales españoles cuentan con una escala, por lo general, de 1:50.000 o 1:25.000 (MTN50 o MNT25 respectivamente). 1:50.000 quiere decir que cada unidad medida en el mapa se multiplica por 50.000 en la realidad, por ejemplo, un centímetro medido en el mapa son 50.000 cm en la realidad, o un milímetro medido en el mapa son 50.000 milímetros en la realidad. Igual con cualquier escala. De esta forma podemos apreciar con el mapa la distancia de un punto buscado respecto de nuestra posición.
La leyenda es un cuadro informativo que resulta muy útil para la interpretación de los símbolos en el mapa. Suelen mostrar elementos lineales (vías de comunicación diferenciando entre autopistas, autovías, carreteras estables, carreteras sin firme, caminos, cañadas, de ferrocarril; límites administrativos; líneas eléctricas), elementos superficiales (cascos urbanos y terrenos) y elementos “puntuales” (vértices geodésicos, casas, iglesias, minas, molinos, invernaderos, refugios, hospitales, cementerios, etc), aunque realmente no están señalados por puntos si no por formas pero de pequeños tamaños, casi puntuales.
En la cartografía siempre viene un enrejado o cuadricula y esta suele ser la cuadrícula UTM, con una separación cada mil, que equivale a dos centímetros o un kilómetro en un MTN50. Se basan en grados de latitud y longitud por lo general En la cartografía del IGN o del CGET te georreferencian el mapa poniéndote las coordenadas longitud y latitud en cada esquina de este. El norte de la cuadrícula nunca coincide con el norte geográfico, y por lo tanto, tampoco coincide con el norte magnético. Siempre, debido a las proyecciones, el elemento diferencial de superficie sobre el plano de proyección respecto del elipsoide se ve alterado por alguna rotación, por eso la cuadricula de los mapas nunca es paralela a los bordes de este. En los mapas siempre (salvo en mapas que no sean oficiales o de excursionismo) te marcarán la convergencia de la cuadrícula respecto del norte geográfico (ω) y la declinación magnética respecto del norte magnético (δ).
Quizás el elemento más importante de un mapa topográfico y del que podemos adquirir una apreciación inmediata del terreno, son las denominadas curvas de nivel. Estás nos indican la altitud sobre el nivel medio del mar. En los mapas topográficos del 50.000 vienen marcadas cada 20 metros de altura. Podemos apreciar la geografía del terreno y buscar las rutas más sencillas y evitar las zonas más escarpadas.


La orientación es una ciencia que ha ido evolucionando junto con la cartografía. Es la acción de ubicarse o de reconocer el espacio tridimensional que nos rodea. En la antigüedad se ha inventado infinidad de instrumentos que han valido para la orientación. El astrolabio y la brújula han sido los más importantes de estos instrumentos. También se elaboró la llamada Rosa de los Vientos que indica 32 direcciones como mínimo.



Actualmente el astrolabio ha caído en desuso y las brújulas han evolucionado. Por otra parte la orientación por vía satélite se está poniendo más de moda con la introducción de los GNSS en el mercado.


Podemos orientarnos por puntos de referencia que la mayoría de nosotros ya conocemos. Los más comunes son:
1.      La Estrella Polar, nos indica el Norte Geográfico en todo momento de la noche, es muy brillante y fácilmente reconocible, salvo en cielos realmente estrellados. Es invariante en el espacio y en el tiempo (se ve alterada al cabo de los años por los efectos de precesión y nutación). Este fenómeno solo nos sirve para latitudes positivas, es decir, en el Hemisferio Norte.
2.      La Cruz del Sur (constelación de cuatro estrellas) es el equivalente de la Estrella Polar pero para latitudes negativas (Hemisferio Sur). De todas formas, la Cruz del Sur es muy poco recomendable para la orientación debido a que no indica el Sur, pues no existe una estrella que se situé justo encima del polo Sur.
3.      El orto del Sol ocurre por el punto cardinal Este, con el cual podemos averiguar el Norte de manera muy aproximada. El orto y el ocaso del Sol varían hasta 27º 23’ 16’’ dependiendo de la estación del año.
4.      El musgo es un recurso natural de la orientación, este siempre crece mirando al norte. No es del todo fiable, pues puede variar dependiendo del área y si este tiene un microclima.
5.      Las laderas nortes de las montañas suelen ser bastante más húmedas, por lo tanto son las caras nortes.
6.      Los anillos de crecimiento de los árboles suelen estar más desarrollados por la cara Sur.
Podemos usar otros métodos de orientación como el denominado Método del reloj. Si nos encontramos en el Hemisferio Norte y tenemos un reloj analógico con nosotros debemos apuntar la aguja de las horas en dirección del Sol y la bisectriz que forma con el “12” nos indicará el Sur. Si nos encontramos en el Hemisferio Sur, esta bisectriz nos indicará el Norte.
La orientación mediante la Estrella Polar puede ser un suplicio si nos encontramos bajo un cielo sin nubes y sin luces alrededor. Lo que veremos será una gran cantidad de estrellas y nos será de gran dificultad dar con la Estrella Polar. Siempre podemos utilizar las constelaciones de la Osa Mayor y la Osa Menor. Entre un cielo realmente estrellado, si observas cuidadosamente el cielo puedes encontrar fácilmente la constelación de la Osa Mayor, pues es un conjunto de estrella muy brillantes, y a su derecha encontraras la Osa Menor, y su derecha Casiopea. La Estrella Polar es la última estrella del llamado “carro” de la Osa Menor, y podemos dar con ella prolongando cuatro veces la distancia que separa las dos estrellas frontales del “carro” de la Osa Mayor. No en cambio, en el Hemisferio Sur, el horizonte nos imposibilita ver la Estrella Polar; para ello debemos buscar la Cruz del Sur, una constelación de cuatro estrellas con forma de rombo o cometa. Si prolongamos cuatro veces y media la longitud entre las dos estrellas que más distan entre si daremos con el punto imaginario situado en el Sur de nuestro cielo.

La Luna es otro método natural de orientación. Si la Luna está en fase creciente, es decir, una “C” al revés, sus puntas señalan al este, y cuando está en su fase menguante, con forma de “C”, las puntas señalan al Oeste.
Un método muy lento pero eficaz es el Método de la Sombra. Clava un palo verticalmente en una superficie llana y dibuja su sombra. Traza una circunferencia con centro en el palo y radio la sombra del palo. Deja pasar las horas, y cuando la sombra del palo vuelva a tocar la circunferencia, traza la bisectriz entre las dos sombras marcadas. El extremo de esa bisectriz señala el Norte.
Existen métodos de dar con el norte magnético. Uno de ellos, es dejar una aguja sobre una hoja de un árbol flotando en un recipiente con agua, esta indicará el norte. Con una cuchilla de afeitar, si la magnetizas frotándola con las manos (CON CUIDADO) y la suspendes de un hilo te marcará el norte. La aguja y la cuchilla se orientarán dándote la dirección Norte-Sur, tendrás que determinar el Norte mediante otros métodos.

Hay varias plantas que pueden indicarte la dirección, por ejemplo, la planta del Polo Norte que crece en Sudáfrica se inclina hacia el Norte para sacar todo el provecho posible de la luz solar.

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