Antes de nada, debemos echar un vistazo a la normativa de
uso y tenencia de los cuchillos y navajas en España, ya que estos están
considerados armas blancas.
El Real Decreto 137/1993, de 29 de enero, por el que se
aprueba el Reglamento de Armas, publicado el 5 de marzo de 1993 en el Boletín
Oficial del Estado (BOE), por el Ministerio de Interior, resume, en relación a
las armas blancas:
1.
El artículo 3 establece como armas de categoría 5
las armas blancas y en general las de hoja cortante y punzante no prohibidas, y
los cuchillos o machetes usados por unidades militares o que sean de imitación.
2.
El artículo 4 del mismo texto legal dice que se prohíbe
la fabricación, importación, circulación, publicidad, compraventa, tenencia y
uso de las siguientes armas o de sus imitaciones: bastones-estoque, los puñales
de cualquier clase (armas blancas menores o mayores a 11 cm de dos filos y
puntiagudas) y las navajas automáticas. No obstante no se considerará prohibida
la tenencia de dichas armas por los museos, coleccionistas, organismos…
3.
El artículo 5, por su parte, establece que queda
prohibido el uso por particulares de cuchillos, machetes y demás armas blancas
que formen parte de armamentos debidamente aprobados por autoridades u
organismos competentes. Su venta requerirá la presentación y anotación del
documento acreditativo del cargo o condición de las personas con derecho al uso
de dichos armamentos. También se prohíbe la comercialización, publicidad,
compraventa, tenencia y uso de navajas no automáticas cuya hoja exceda de 11
centímetros, medidos desde el reborde o tope del mango hasta su extremo. No se
consideraran comprendidas en las prohibiciones anteriores la fabricación y
comercialización con intervención de la Guardia Civil, en la forma prevenida en
los artículos 12.2 y 106 de este mismo reglamento, la compraventa y la tenencia
exclusivamente en el propio domicilio, con fines de ornato y coleccionismo de
las navajas no automáticas cuya hoja exceda los 11 centímetros.
4.
El artículo 106 cita que la tenencia de armas de
la categoría 5 es libre para personas mayores
de edad.
5.
El artículo 146 referente al uso de armas
blancas dispone que queda prohibido portar, exhibir y usar fuera del domicilio,
del lugar de trabajo, o de las correspondientes actividades deportivas de armas
blancas, especialmente aquellas que tengan hoja puntiaguda, así como en general
las armas de categoría 5, 6 y 7, quedando al prudente criterio de las
autoridades y sus agentes apreciar si el portador de las armas tiene o no
necesidad de llevarlas consigo, según la ocasión, momento o circunstancias, en
especial si se trata de armas amparadas en licencias B, por razones de seguridad.
6.
El artículo 149, finalmente establece que
solamente se podrán llevar armas reglamentadas por las vías y lugares públicos
urbanos, desmontadas o dentro de sus cajas o fundas, durante el trayecto desde
lugares en que habitualmente están guardadas o depositadas hasta los lugares
donde se realicen las actividades de utilización.
En definitiva, aquellas armas de categoría 5 establecidas
por el artículo 3 son de uso y tenencia legales para toda persona mayor de edad,
no obstante y quedando claro, que todo tipo de cuchillo (sin licencia de caza o
similar) y arma de categoría 5, si es usado en un lugar indebido puede ser
causa de delito y sanción.
Dicho esto, os recomiendo que os compréis una o varias
navajas de hoja ancha y menos de 11 centímetros cuya hoja se guarde en el
mango, o bien, por otra parte, cuchillos con una hoja menor a 11 centímetros y
con una funda protectora para usos más especiales (viajes más largos a zonas
más inhóspitas).
Por lo general, viajar con un arma blanca en un avión está
permitido, siempre que dicho arma, vaya en la maleta de facturación, pero
siempre debes asegurarte cuales son los mínimos legales de las hojas a los países
a los que viajas. Por ejemplo: si facturas una navaja con una hoja de 10
centímetros y viajas a Reino Unido, esta será confiscada a la llegada, pues el
mínimo legal en Reino Unido es de 7,62 centímetros.
El cuchillo es un utensilio de gran valor en cualquier
situación de emergencia. Los cuchillos deben ser resistentes con una hoja para
uso general que nos deje realizar cualquier acción, como cortar ramas, despellejar
o manipular comida. Un cuchillo ha de mantenerse muy afilado siempre. Un
cuchillo afilado corta con mucha delicadeza y si sufres un tajo será limpio y
poco profundo, por el contrario, si el cuchillo está poco afilado, te costará
usarlo y manipularlo y si sufres un tajo será muy profundo y con posibilidades
de infección inmediata. No lo uses como martillo, pues lo mellarás y perderá
gran capacidad de corte. Nunca lo lances contra los árboles o contra el suelo.
Mantenlo limpio y si no lo vas a usar durante un tiempo lubrícalo y guárdalo en
su estuche en lugares secos. Las fundas de los cuchillos deben ser fáciles de
cerrar y seguras.
Las navajas son un elemento útil, seguro y rápido de usar. Los
hay de hoja de sierra u hoja de filo constante. Ambos tienen diferentes usos.
Siempre que sales a la montaña debes llevar una contigo. Las que tienen el puño
de madera son más cómodas, pues no resbalan con el agua ni con el sudor de las
manos. Si el mango es de una sola pieza es menos probable que provoque ampollas
y se rompa.
El parang es un cuchillo de origen asiático que tiene una
hoja curva, parecida a la de un machete. Es un arma completamente ilegal para
portarlo y usarlo cuando vas de excursión, pues suelen ser hojas de unos 30
centímetros. Son armas que solo deben ser usadas en zonas selváticas y para
expediciones muy largas en lugares inhóspitos y poco comunicados. Con ellos se
pueden cortar árboles, y son muy útiles para hacer refugios y balsas. Su forma
curva permite un esfuerzo máximo cuando cortamos madera.
El cuarzo, el granito, y en general cualquier piedra arenosa
son buenas para afilar un cuchillo. Para afilar un cuchillo, pule una piedra
frotándola con otra de su mismo material.
Para afilar el cuchillo sujeta el mango con la mano derecha
y realiza un movimiento circular en sentido retrógrado (horario) y aplica una
presión constante en la hoja del cuchillo con las yemas de los dedos de tu mano
izquierda mientras empujas hacia fuera. Mantén el ángulo constante y la piedra
humedecida. Reduce la presión para obtener un borde más fino. Ahora por el otro
lado realiza la misma operación pero en sentido directo (antihorario).
En la siguiente imagen se muestra como debe quedar el perfil
de un cuchillo afilado: la hoja A está demasiado afilada y se desgastará pronto
y se mellará con rapidez, la hoja B es perfecta y está bien afilada, la hoja C
es demasiado fina y puede astillarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario